Sunday, April 27, 2008

Fundamento

Esto de Fudoken (不動剣 el nombre del Blog) es una conclusión de tanto concepto que lleva implicado el aprendizaje del Kendo y las artes marciales.
En los años que practicba Karate y leía los libros mas populares en occidente referentes al camino del Budo, me encontré con el concepto de Fudoshin 不動心 o vía del espíritu inmutable. Este concepto pasó a ser el fundamento base de la práctica y de mi visión sobre el camino del Budo. Busqué diferentes fuentes que explicaran mas sobre esta resumida forma de plantearse el "camino" y luego de unos años llegué a una conclusión mas bien personal enfocada a la realidad que vivía en aquellos tiempos como estudiante Universitario y practicante de Karate.
Un día cruzaba el Bio-Bio de vuelta a Concepción luego de mi clase de defensa personal. Recuerdo haber estado leyendo un libro sobre Japón pos 2a guerra; miré hacia la desembocadura del río y me me encontré contemplando un espectacular crepúsculo. Quedé encandilado por esta visión natural, atónito en una mezcla de trance entre la lectura y el paisaje. No sé cuantos segundo estuve así, sin embargo cuando volví la vista, encandilado, me di cuenta que la consecuencia de creer y querer vivir siguiendo el precepto de Fudoshin, me llevaba inevitablemente a dedicar parte de mi vida al Budo. ¿Y por que retrasar lo inevitable?. Fué entonces cuando decidí "saltar al vacío" y poner todo en juego por lograr aquel sueño que se convertía en una meta real: Budo en Japón. Ese tan usual y frecuente viaje en microbus desde San Pedro a Concepción fue único, singular entre otros. Ese cruzar del Bio-Bio fue sin retorno.

Luego de un par de años comenzaba la práctica de Kendo. Recuerdo mis primeras clases en el club de Matta en Santiago ( Ya había retornado a la capital. Estaba trabajando y estudiando japonés), con un shinai con mas scoch que bambú aprendía los movimientos y desplazamientos básicos. Luego de cambiar trabajo, seguí la práctica en el Club Providencia. Compré Bogu y ya había proyectado mi objetivo central para llegar a Japón: IBU, curso de especialización en Kendo.
Gracias a los contactos hechos en el instituto y al apoyo de T.I. de JICA pude establecer contacto y formalizar mi postulación a esta Universidad de Budo.
El primer año que conseguí la información no me fue posible postular, ya que siemplemente el tiempo no me daba para reunir todos los docuementos necesarios.
Pasó un año en donde definitivamente mi familia concluyó que estaba loco, y gran parte de mis amigos que estaba ciegamente obsesionado con esta idea. ¿Para que te quieres ir a Japón? era la pregunta que todos hacían, mirando como ojos dilatados y expresión de sorpresa. Fueron muy pocos en realidad los que al menos escucharon el discurso que cada día daba vueltas en mi cabeza, sobre el camino inmutable del espíritu, y el como llegar a esto a través de la práctica constante.
Asi ya con más preparación, postulé nuevamente. recuerdo ese día que envié los docuementos por TNT, como corrí!. Luego de 10 días revisando el correo cada 5 minutos, en espera de la respuesta, esta llegó: No había sido seleccionado para hacer el curso. Ese fué el real momento en el cual debía aplicar el discurso de Fudoshin, para continuar sin claudicar. Recuerdo haber recibido un gran apoyo de mi sempai en aquel entonces Francisco C. (QEPD). Es por ello que el día de mi partida del dojo lo recordé en voz alta.
El nuevo desafío fué mantener la motivación. Costó en un principio, sin embargo, luego de unos meses, una llamada cambió la perspectiva de las cosas: El director del programa de IBU visitaba Chile por unos días, y estaba intersesado en recoger mi postulación para la Universidad. Todo giró repentinamente en favor a lo tan añorado. Me reuní con Nico y llegamos juntos al Hotel a la entrevista con Ryuji B. sensei, donde nos esperaba ya T.I. Ese encuentro fue sin dudas el punto de quiebre que hacía la diferencia entre soñar con Japón y concretar realmente la idea.
Muchos, creo que casi todo ser humano, necesita de este sueño utópico, esa búsqueda a la cual nunca accedemos, esa meta que nos ponemos para el futuro incierto y que su único objetivo es darnos fuerzas cuando todo va mal, ser una terapia del motivación y permitirnos evadir ciertos momentos amargos o problemáticos que nos cuesta confrontar. Por eso el tener tan solo el sueño es una cosa, el hacerlo realidad o verse confrontado a la posibilidad de ello, suele asustar a sus mismos invocadores. Por eso creo que este punto fue fundamental, cuando la puerta de entrada se abría, y no hay mas escapatoria que seguir adelante porque así lo has decidido.
Lo que siguió despues fueron papeles, trámites y mucho sudor para la recta final del primer paso, que finalmente logré en la fecha indicada en el previo post. Lo resumido aqui son no menos de 5 años de conceptualización y de vivencias. Algunas de ellas me gustaría compartir en un futuro escrito y que son, en definitiva, el fundamento de mi vida hoy.

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